Tú, música, calmarás nuestra ira…
Con las entrañas plenas de fósiles,
nuestra alma escalará más colinas.
Las montañas no saben mentir
sí nos alivian flacos temores.
He visto a los pinos llorar
oscura lágrima enardecida
reflejada con el miedo dentro
en nebuloso ojo del pirómano;
como la madre del sentenciado
perdonará ciegamente a su hijo.
Ahora, torné rama a respirarte
hondo, mucho antes de aquel abismo
que parte tu corazón a cachitos,
quemada flor, germen esparcido.
Te siento como siempre te he visto
acariciando sueños del alba
con los crepúsculos matutinos.
Flamante de sol, iluminando
telarañas, toperas y nidos.
Soñé verte la arista altanera,
antena al horizonte sentido;
bañarme en tus cánticos etéreos,
complacernos del aire su inspiro.
Petirrojos sobre un telar verde
hilan tu sangre de musgo frío.
Mosquetón abrazando misterios
brindan placeres de algún Olimpo.
La piedra palpa sus cosquilleos
que trepa por las rocosas grietas
frunciendo verdad en lo sencillo.
Contigo supe querer al prójimo,
mueren epidemias del dinero.
Por tu cima me enterré el olvido.
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Vicente Gómez Quiles.
Published on e-Stories.org on 21.11.2012.
Meer uit deze categorie "Filosofisch" (Poems in het Spaans)
Other works from Vicente Gómez Quiles
Vond je dit een leuk artikel? Kijk dan eens naar het volgende: