SIN POSTALES
Música de discoteca
en las entrañas
en los despertares del alma
en las ansias expectantes
de calor humano
individuación
y coherencia
un actor, un loco
suicida,
los dos peces,
nadando
a veces
varados
en la podredumbre
otras
señalando
algún camino
las soledades
nos dicen cosas
han trazado
un itinerario difícil
de reconocer
más aun
de aceptar
los silencios
nos recuerdan
con pesadumbre
que alguna vez
parecía haber
un destino
Música, decía,
aun
a la espera
del amanecer
sin postales
OCASO
No fue culpa tuya.
Mía tampoco.
Todo sucedió una tarde de lluvia,
en esta ciudad.
POR UN MOMENTO
Por un momento de lucidez,
por un instante, dejaría en prenda
mis olores matinales y mis más íntimas nostalgias.
Por un momento, perdería la cuenta
de todo cuanto no te supe decir
y que celosamente guardo en el archivo
de mi memoria.
Si ese momento llegara, daría mi aliento
a cambio de nada, compartiría
mis suspiros con todas las amantes
no correspondidas, revelaría mis más
oscuras fantasías sin pudor alguno.
Llegado ese momento, al instante,
confesaría mis cobardes deseos
de estabilidad a cualquier precio,
de brisa matinal y calma al atardecer.
Diría que ese momento llegó ...
Y el resto solo es tiempo.
DE MOMENTO
Alguien dijo que no.
Alguien intenta poner la zancadilla.
Alguien levanta un poco la voz, más de lo habitual.
Alguien trata de intimidar con la mirada.
Hay viejas historias y un par de canciones
dando vueltas por ahí.
Eso es todo...
... de momento.
QUERIDO MAESTRO
Alabado seas, recio maestro,
que me haces temblar hasta de rodillas.
Venerarte, es poner la otra mejilla;
si hay aprendizaje, el mérito es vuestro.
Un noble creador ha de ser diestro,
y no claudicar frente a las cosquillas
que a veces producen las manecillas,
el viento y la arena. Negro, siniestro,
tenaz, implacable, siempre dispuesto
a darme una segunda oportunidad,
a mantener mis pies sobre la tierra.
Volando, engendrando, siempre protesto,
y es que la castración es la verdad
que toda noble creación encierra.
LUGARES COMUNES
No estoy seguro de que algo de todo esto tenga algún sentido.
Lugares comunes para tratar de expresar la agonía cotidiana, el maltrecho mundo que circunda, el malestar quieto ahí, no te muevas.
¿Para qué? No, no es eso. No es que me sienta solo. Es que estoy más solo aún que mi soledad, que es como un hongo que supo arraigar en mí y, creo que está bastante cómodo; no sé, acostumbrado a estar ahí, es decir, en mí.
Dejémonos de lugares comunes, y digámosle de una vez a esta sorda humanidad, que las condenas son a veces demasiado crueles, más aún cuando todo el mundo niega que condena; que juzga y castiga, y sin razón alguna
MONARCA
No te desafío, pues en tí creo;
mi disolución así lo demuestra.
Tu equívoco, esa confusión nuestra,
que desintegra y no ve lo que veo,
fue mi fiel amigo, mi extraño reo,
en esta andanza, sublime y siniestra.
No reclamo mi lugar a tu diestra,
ni te tengo escondido en un museo;
más bien buceo en tus aguas, pobladas
de ilimitada belleza. Monarca
de mis soledades y mis anhelos,
idealista sin certezas. Las hadas,
los duendes y las musas, en el arca
me esperan, en esta noche sin velos.
COMO SI TAL COSA
Suponer que uno sabe, como negar
que uno ha vivido, acariciar los huecos
que deja la incertidumbre y transformarnos
en marionetas.
Competir. Quién tiene los hilos
más resistentes, mejor lustre,
quién se deterioró menos.
Para allanar el camino que conduce
a lo inevitable, hoy
propongo que caminemos todos
del revés
Incluso los automovilistas
y los pilotos de aeronaves.
El misterio nos será develado tras las doce
campanadas que anuncian que todo,
absolutamente todo,
ha de volver a la normalidad.
Como si tal cosa existiera.
NUNCA
Me cansé de las consignas
de las estrategias publicitarias
con buenas intenciones
Me cansé, pues, de las postergaciones
de las frustraciones cotidianas
La violencia gratuita
la ignorancia atrevida
más bien soez
algo decadente
por demás
Los miedos que devoran reflexiones
ansiedades que buscan
o imploran
pasiones lícitas
sentimientos nobles
El mal ejemplo que estamos dando
vendrá por más
Me cansé de tentar a la suerte
desde la melancólica espera
de lo que nunca sucederá.
DECÍA
En la sombra de tu persiana
y a ojos de gigantes dormidos
mis otoños envejecidos,
mariposas de porcelana.
Los atardeceres se marchitan,
de sus penumbras nacen flores,
vendavales, manchas, olores
quietos, se agitan las banderas.
No quiero volver a ser sincero.
La honestidad no es esto, no es ...
Hablaremos, pues, de disciplina,
de compromiso, de silencios
cómplices,
mas tus ojos
navegan aun
Tus manos irradian algo más
que palabras.
El aire se curva.
Tus ojos,
decía.
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Guillermo Digiuni.
Published on e-Stories.org on 10.03.2015.
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