Leandro Martinez

Cruzada. Un cuento Futbolero

Se abren las puertas de Jerusalén. Salen un caballero majestuoso vestido con una capa granate que cubre también la grupa de su caballo. Es el Rey Balduino, el leproso, va al encuentro de su enemigo Saladino para intentar llegar a un acuerdo que evita la carnicería
 
_ As-salamu alaykum. Lo saludo Saladino.
_Wa alaykumu s-salam. Contesto Balduino y comenzaron a discutir pacíficamente.
 
Mientras tanto la princesa Rafaela esperaba el resultado impaciente en la habitación de su palacio.
 
No pudo haber acuerdo entre las partes y la batalla iba a comenzar. Balduino llega a la ciudad y arenga  a sus hombres
 
_¡Lucharemos como tigres! ¡Lucharemos como lobos para mantener este Reino Independiente! Panaderos, Cocineros, Cerveceros…. todos colaboraran en  la Defensa. ¡Haremos Justicia con esos herejes! Y cuando caigan las murallas seguiremos combatiendo en las calles cada casa se convertirá en un Fortin. No teman hermanos, tenemos un gran Arsenal. Padre Godoy, levante esa Cruz. Necesitaremos ayuda divina.
 
Saladino hace lo propio con sus hombres.
 
_! Cristianos canallas! ¡Viven en la ignorancia y el oscurantismo! Nosotros hemos rescatado la sabiduría griega del olvido, la misma que enseñaba Aristóteles a sus Estudiantes en la Academia al pie del monte Olimpo. Con la ayuda de Allah los venceremos.
 
La caballería árabe carga al grito de ¡ Allahu Akbar! Y ¡Yihad!
 
Los cristianos aterrados dentro de la ciudad esperan los refuerzos prometidos, se preguntan si podrán resistir lo suficiente hasta que lleguen.
 
Ricardo Corazón de León llego a Tierra santa y va camino a Jerusalén para socorrerla pero tiene que cruzar el desierto hasta el rio Jordan. Con la Boca reseca logran divisar el rio.
 
_Thanks God we reach the River. Exclama.
_Lord Banfield, ahora podemos continuar hasta Jerusalén, le dijo a su lugarteniente.
 
Al amanecer del tercer dia de sitio, la Ciudad Santa esta a punto de caer rodeada de arietes, catapultas y lanzapiedras
Finalmente cuando casi no había esperanza, obre la colina se recorta la figura majestuosa de Ricardo con el sol a sus espaldas, su caballo se encabrita, la espada refulgente apunta al cielo.
 
_!A la carga caballeros! ¡Por San Jorge!
 
Una miríada de caballeros con sus armaduras brillando al sol del desierto bajan de la colina a toda velocidad, es un espectáculo atroz, una columna de polvo se levanta y puede verse desde kilómetros de distancia. Nadie se atrevería a cruzarse en su camino. Cargan los caballeros. Las fuerzas de Saladino al verse rodeadas quedan obligadas a retirarse. Huyen desesperados.
 
El rey Balduino sale al encuentro de Ricardo.
 
_ Richard, my friend.
_Balduin, mon  ami.
 
Intercambian lenguas como muestra de fraternidad
 
_Pensábamos que nunca llegarían.
 
_Nos sorprendieron Piratas Bereberes en el Mediterraneo, es fue el motive de nuestro retraso, pero gracias a Dios llegamos a tiempo
 
La batalla termino y el campo está lleno de cadáveres, sobre ellos Cuervos negros, tantos que ocultan el sol.
 

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Published on e-Stories.org on 26.02.2015.

 
 

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